Las islas

Ámbitos insulares

Los medios insulares, son ecosistemas terrestres que permanecen aislados del continente por el mar, y cuya delimitación está perfectamente definida por la línea costera, característica que define su aislamiento con respecto a los continentes. Este aislamiento, a corto o largo plazo posibilitó que en estos singulares espacios surgiesen fenómenos relacionados con la mayor simplicidad de los ecosistemas y con la dificultad o imposibilidad que tienen las especies allí asentadas, de realizar intercambio genético con las especies continentales, que presentan poblaciones mucho más extensas, diversas e interconectadas.

A grandes rasgos, las islas se pueden dividir en función de su origen geológico entre las denominadas islas continentales y las oceánicas. Las islas continentales pueden tener su origen en fenómenos de deriva continental antiguos, que conforman los llamados microcontinentes, o estar conformadas por espacios cercanos a la costa continental, cuyo origen insular se vincula a oscilaciones del nivel marino, de modo que han estado funcionando alternativamente como islas o como continente a lo largo del Pleistoceno. Dentro del LIFE INSULAR, en este grupo se incluyen los archipiélagos situados en la región Atlántica Europea.

Por contra las islas oceánicas se vinculan a la actividad volcánica de los fondos marinos, estas presentan un mayor grado de aislamiento y por tanto, en general, un mayor grado de relictualismo y endemicidad, tanto por el mayor aislamiento como por la ausencia de una biota inicial. En este tipo de islas se encuadran las islas de la región Macaronésica incluidas en el proyecto LIFE INSULAR.

 

 

A pesar de que únicamente representan un pequeño porcentaje de la superficie emergida de la tierra, los espacios insulares albergan una parte importante de la biodiversidad del planeta, de modo que configuran ecosistemas con una riqueza natural excepcional. No sólo la parte emergida de las islas presenta altos valores de biodiversidad, las zonas marinas conforman un mosaico de hábitats que sustentan una gran diversidad de especies de flora y fauna. Tanto medio terrestre como el marino presentan una gran singularidad y fragilidad, expuestas a los daños derivados de las actividades humanas.

En las últimas décadas la elevada presión turística, pesquera y la presencia de especies invasoras han supuesto la extinción o la puesta en peligro de numerosas especies insulares. De este modo, según datos de IUCN, más de un 40% de las especies de animales incluidos en la Lista Roja, viven en islas.

La pérdida de biodiversidad y la alteración de los ecosistemas tiene una desigual incidencia en función de los territorios, tanto por los diferentes grados de presión en distintas áreas como por la variación en la resiliencia frente a estas presiones. Dentro de esta variación global, las particulares condiciones biogeográficas de los medios insulares, condicionan que estos medios se destaquen actualmente en cuestión de pérdida de biodiversidad, presentando una problemática en cuanto a conservación de los hábitats y especies específica, que hace necesaria una gestión diferente.

A su vez la fragilidad depende tanto del tamaño del espacio como del aislamiento. El fenómeno de insular es muy variable, en función su tamaño, su origen y la distancia al continente de los espacios insulares. Estos factores determinan si existe o no una dotación biológica inicial, el grado de posibilidad de intercambio con los espacios continentales o la posibilidad de desarrollar cadenas tróficas completas. Todas estas particularidades hacen que los problemas de conservación se muestran mucho más virulentos en los espacios insulares.

Entre las principales problemáticas de los espacios insulares, se sitúan la alteración de los hábitats, bien por ocupación del territorio por plantaciones o infraestructuras, bien por presión turística. Además, el cambio climático supone también una importante amenaza en estos medios, por las dificultades de movimiento de las especies. Con todo, el principal problema de conservación que afrontan las biocenosis insulares, son las alteraciones producidas por la introducción de especies exóticas invasoras, determinada por la gran invasibilidad que caracteriza a los territorios insulares.

 

 

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